El nombre de la ciudad tiene su origen en la palabra Vuriloche, que los
mapuches utilizaban para llamar a los habitantes que se encontraban del lado
este de la cordillera. En tanto que la primer parte del nombre San Carlos surge
de una carta que le es enviada al primer comerciante alemán, Don Carlos
Wiederhold, que por error es llamado San Carlos. Con el paso del tiempo, estos
dos nombres se empiezan a transformar y a entrelazan entre sí para darle el nombre a la ciudad: San Carlos
de Bariloche. La ciudad fue conquistada a principios del siglo XVII por
los españoles y con una mezcla de
culturas, entre aborígenes, conquistadores, jesuitas e inmigrantes, logra
desarrollarse a través de los años, y ser hoy uno de los centros turísticos más
importantes de Argentina.
A fines del año 2012, cuatrocientos años después de su primer descubrimiento, llego a Bariloche
de la mano de mi esposo, esperando también poder descubrirla en toda su
plenitud. Es una ciudad que tiene mucho por explotar, revelar y encantar a
través de la inmensidad de su lago, de sus grandes montañas, cerros, ríos y
hermosas playas, que me propongo admirarlos y compartirlos con uds a través de
este blog.