El último de los secretos del
lago, que quiero compartir con ustedes antes de que llegue el invierno, se
encuentra en la Isla Centinela. El día que fuimos en barco a la cascada blanca,
pasamos por una islita chiquita que tenía una cruz y una bandera de
Argentina. Me llamó la atención porque
solo estas dos cosas se podían ver en la isla, el resto era pura vegetación.
Así que saqué un par de fotos aunque la luz no me acompañara, y me dediqué a indagar
un poco sobre la isla.
Después de hacer mis
averiguaciones, me enteré que allí se encuentra la tumba de Francisco Pascasio
Moreno, alias Perito Moreno, por su gran labor de perito en la determinación de
los límites entre Argentina y Chile.
Fue un gran aliado para nosotros
en esa disputa y hoy es recordado en la región con mucho respeto. Como no
quiero que esto se vuelva un post aburrido sobre su biografía, sólo voy a
contar cómo él incidió en la disputa entre Argentina y Chile para delimitar la
zona de Bariloche y alrededores, para así poder entender un poco más cómo es
que llega su tumba a esta isla en Bariloche.
En 1881, en el tratado de límites entre Argentina y Chile se estableció como frontera las altas cumbres que fueran
divisorias de aguas. El tratado consistía en trazar una línea divisoria entre
las cumbres y analizar si los ríos desembocaban en el Pacifico o en el
Atlántico. Si el río desembocaba en el Pacifico, las tierras pertenecían a Chile
y, si desembocaba en el Atlántico, las tierras eran nuestras.
Por lo general, la línea de las
cumbres y la línea divisoria de aguas coinciden al determinar el territorio en
cuestión, excepto en Bariloche. En esta zona, el criterio de división de las
aguas era más favorable para Chile, en tanto que la línea de las cumbres más
altas favorecía a la Argentina, ya que abarcaba ríos que tenían salida al
Océano Pacífico. Por lo tanto, los peritos de ese momento no se pusieron de
acuerdo, e Inglaterra tuvo que intervenir como juez en esta disputa.
Después de muchas expediciones y
análisis del área, Perito Moreno logra demostrarle al juez que utilizar la línea
de división de las aguas no era algo estable en el tiempo, ya que se podía
construir un dique y este cambiar el rumbo de las aguas y hacer que desemboquen
en otro océano. Moreno quería demostrar que la línea de las altas cumbres era
un parámetro estable, que se podía utilizar para delimitar un territorio y no
el de división de aguas, el cual no nos favorecía. Ante esta justificación del
criterio, el juez falla a favor nuestro y gran parte del territorio de
Bariloche queda del lado argentino.
Es por esto que Francisco Moreno
es muy respetado en Bariloche, ya que gracias a él gran parte de estas tierras
pertenecen hoy a Argentina. En su homenaje, cada barco que cruza frente a la
isla hace sonar tres veces su bocina.