Un puerto sin puerto en la Isla
Victoria. Otro paisaje espectacular que
pudimos apreciar pero esta vez desde lejos. Esta parte de la isla no es muy
profunda así que no nos pudimos acercar mucho a la orilla con el barco y, sin un
muelle, era muy difícil poder dejarlo. Sin embargo, nuestros amigos aventureros
con sus trajes de neopreno se tiraron al lago, a disfrutar del agua fría. Otros,
en cambio, nos quedamos merendando en el barco y disfrutando de la tranquilidad
y silencio del lugar, con las botas puestas.
El nombre del puerto fue puesto
en honor al Perito Pablo Gross. Inició su trabajo en 1925 en la isla y se
dedicó a plantar todo tipos de especies de plantas en las 45 hectáreas del área
central, que le fueron asignadas para su labor. Una de las especies más importantes
que plantó fueron las sequoias provenientes de California, que hoy recubren los
senderos de la isla. Después de 10 años de trabajo, llegó a plantar doce mil plantas y retoños de
especies forestales. En aquel entonces, el turismo de Bariloche se hacía en barco
y una de las excursiones que se ofrecía era con parada en el Puerto Gross,
donde él recibía los turistas con un rico almuerzo y los prevenía de los
incendios forestales. Los años fueron
pasando, las hijas del perito fueron creciendo y no podían seguir viviendo
aisladas, así que se retiró, dejando el puerto con su nombre.
A unos 500 metros del Puerto
Gross se encuentra la escuela de Guardaparques “Bernabe
Méndez” pero que no funciona actualmente, ya que fue cerrada en 1976. En 1992, la
transfirieron a la provincia de Neuquén con el nombre de Escuela Albergue Nª
303, Aurelio Pargade, con la idea de retomar el objetivo principal de albergar
niños de zonas cercanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario